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Leonardo Del Castillo
Gerente de Marketing Santé
Leonardo del Castillo revela la filosofía detrás del crecimiento y la identidad de Santé, una marca que evoluciona al ritmo del consumidor boliviano.
1. Liderar el marketing de una marca nacional no solo es un reto profesional, también emocional. ¿Qué significa para ti ser parte de la historia de Santé?
Ser parte de la historia de Santé significa ver y entender el marketing de otra manera, alejada de las reuniones hasta altas horas de la noche y de las aprobaciones interminables.
Una marca nacional y joven como Santé te permite mucha flexibilidad y pasar de las ideas a la ejecución en días. El único filtro para tus ideas es la prueba y el error, y cuando tienes un buen producto el mejor marketing es el que se hace, no el que se queda meses en salas de reuniones y aprobaciones.
Ser parte de la historia de Santé significó desafío, esfuerzo, compromiso y tener siempre presente que se crea marca haciendo, porque muchas veces las mejores ideas son las primeras, sin necesidad de hacerles tantos cambios, simplemente haciéndolas bien.
2. Santé ha logrado posicionarse con fuerza en distintas categorías. ¿Cuál ha sido el mayor reto en esa expansión?
El mayor reto para posicionarnos con fuerza en distintas categorías ha sido diferenciarnos y para eso, Santé debía evolucionar, sin perder su esencia.
Para eso necesitábamos entender realmente qué era Santé, a veces cuesta ver más allá de la utilidad de nuestros productos, al principio pensábamos que era una bebida deportiva, pero no lo era.
Santé es una bebida saludable y una bebida saludable es bienvenida en muchos aspectos de tu vida y ese es el mensaje de marca que realmente trabajamos por llevar cada día. La gente no busca una bebida hidratante, la gente busca una bebida saludable.
3. La marca se percibe fresca, natural y muy cercana. ¿Cómo se diseñó su estrategia y qué impacto esperan lograr en el consumidor boliviano?
La estrategia de la marca se diseñó entendiendo los tiempos de hoy, donde el consumo de contenido está muy diversificado, cada persona tiene sus propios gustos, intereses y formas de comunicarse.
Hace años, todos, desde los adultos a los jóvenes y niños miraban los mismos 5 canales de televisión, veían los mismos 10 programas y conocían a los mismos 50 famosos. Esos tiempos acabaron, y las marcas que dan un mismo mensaje están destinadas a estancarse.
Con Santé apostamos a estar presentes donde está el consumidor, y hoy en día el consumidor está en todos lados, nosotros lo acompañamos y hablamos su mismo idioma.
Para hablar su idioma el secreto es que haya muy pocos filtros entre las ideas del equipo y el mensaje que llega al consumidor, porque esa persona del equipo representa a un grupo, y si yo cambio mucho su idea, entonces ya no lo representa a él, ni a mí, ni a nadie.


